"El coche es una especie de prórroga de la juventud. La juventud quiere estar en todas partes. Tiene la obsesión de la ubicuidad. El coche resuelve con una relativa facilidad esta manía transportando a los seres humanos por montes y por valles. Luego se descubre que estar en todas partes lo mismo da. Se descubre que en la mayoría de los casos lo más agradable es no moverse de casa. Pero la existencia humana está construida de una tal manera, que el arte de vivir se descubre muy tarde. El arte de vivir es a mi modesto entender mucho más importante que el arte de la pintura, de la literatura, de la escultura y en general que todas las bellas artes. Pero se suele descubrir muy tarde, y millones y millones de seres humanos nos moriremos sin haber alcanzado sus rudimentos más elementales. Sospecho, sin embargo, que el arte de vivir nada tiene que ver con el ansia de ubicuidad, que es una de las fuentes más perennes de la tristeza y de la envidia humanas. Pero, esto, desgraciadamente también se descubre cuando ya todo está prácticamente terminado."
Josep Pla. Lo infinitamente pequeño. Editorial Destino
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