Hoy hemos sabido que Uxue Barkos, la diputada y concejala de Nabai, padece un cáncer de mama. Y hace unos días Esperanza Aguirre también anunció que sufría la misma dolencia. Ambas han declarado que se retiran “unos días” para someterse a la operación y al tratamiento que necesitan. Pero que enseguida, eso, en unos días, están de vuelta en la lucha política.
¿Unos días? ¿Cómo el que tiene una gripe y falta una semana al trabajo?
Ojalá fuera cierto, lo digo de verdad, y seguro que hay casos donde así sucede efectivamente. Pero en la experiencia de muchas mujeres, las cosas no son así ni por el forro. Muchos tipos de cáncer se curan, o al menos se curan para tantos años que, entre medio, pueden sobrevenir otras enfermedades, otras ocasiones de muerte. Pero en general los tratamientos y las curaciones llevan tiempo, incluso mucho tiempo. Y en ese transcurso las y los enfermos de algún cáncer sienten, por ejemplo, terror, rabia, muchísimas incomodidades, profunda tristeza; y su equilibrio psicológico se tambalea, porque su vida ha sufrido un seísmo de gran magnitud.
En ese anuncio de las políticas de que la cosa se solucionará “en unos días” puede haber valentía, esperanza, optimismo. Vamos, pensamientos positivos. Y está muy bien sentir todo eso. Está muy bien que la vida te haya regalado la enorme suerte de una personalidad positiva. Y siempre es preferible y loable tener esperanza y fuerza en el trago.
Pero, por favor, no caigamos en la crítica implícita, o en la culpabilización, de todas aquellas personas enfermas que se sienten muy, muy desgraciadas, al menos unos meses de su vida, que sufren por los efectos secundarios. En fin, que aunque quisieran, no consiguen en absoluto sentirse alegres ni “positivas”.
De eso hablaba el otro día Elvira Lindo. Mucho cuidado con el pensamiento positivo obligatorio.
3 comentarios:
También tiene mucho que ver si el tumor es benigno, la ubicación, el tamaño, etc. Aunque sí, es un putadón.
estoy de acuerdo: en cualquier caso es un mazazo; porque hay mujeres que se curan, pero las hay que se mueren; porque hay mujeres con suerte, pero las hay que tienen que someterse a radioterapia, quimioterapia y sufrir muchas penalidades; porque aun cuando se les diagnostica que están curadas, siempre tiemblan cuando llega la siguiente revisión... me gustó, como casi siempre, Elvira Lindo, que enfocaba el problema en su gravedad justa, sin quitarle hierro... y no me gustó esa imagen de Esperanza Aguirre al salir del hospital que era difícil no interpretar como un "pero si esto no es nada"... no sé, lo siento como algo impúdico... creo sin embargo que Uxue Barkos ha estado más reservada, por lo que acabo de leer en los periódicos "de la tarde".
Y tanto, mucho cuidado. Mejor escuchar al cuerpo cuando tiene algo que decir. Me ha gustado la entrada.
Pedro
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