Antonio Elorza escribe hoy en
El País sobre la historiadora Marta Bizcarrondo, fallecida ayer: “A lo largo de un tercio de siglo estuvo casada con el también historiador Antonio Elorza, que no supo hacerla feliz”. ¿Qué yacimientos de conflicto, decepción, dolor y culpa se esconden tras este lacónico resumen de más de treinta años en común, tras esta inusual confesión pública?
1 comentario:
"No le hizo feliz, no se hicieron felices". Con frecuencia esta frase se aplica a matrimonios envejecidos malamente. Vivir en pareja tiene sentido cuando se ama, se procura la felicidad, se da compañía y se mantiene la ilusión; si las cosas no van por ahí, lo mejor es terminar una trayectoria cansina y emprender otra nueva: arriesgada y estimulante. Hay que querer y poder. Lo que no vale es la elegía tarde y mal.
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