22 julio 2006

Julio Cortázar y el encierrómetro

Julio Cortázar nos regaló, dentro de sus Historias de cronopios y famas, así, por las buenas, sin negocio alguno ni universidad que acometiera estudios “científicos” previos, unas muy útiles instrucciones para subir una escalera. Dada la vocación de servicio público que anima este blog, no me resisto a reproducir unas líneas: “Las escaleras se suben de frente, pues hacia atrás o de costado resultan particularmente incómodas. (...) Para subir una escalera se comienza por levantar esa parte del cuerpo situada a la derecha abajo, envuelta casi siempre en cuero o gamuza, y que salvo excepciones cabe exactamente en el escalón. Puesta en el primer peldaño dicha parte, que para abreviar llamaremos pie, se recoge la parte equivalente de la izquierda (también llamada pie, pero que no ha de confundirse con el pie antes citado), y llevándola a la altura del pie, se la hace seguir hasta colocarla en el segundo peldaño, con lo cual en éste descansará el pie, y en el primero descansará el pie”.

Ahora, unos avispados forofos del argentino han puesto en circulación el “encierrómetro”, una aplicación informática que, “tomando como referencia los diversos factores que concurren en un encierro, permite al usuario conocer el índice de riesgo al que se enfrenta en la carrera”. Perfecto. Estoy seguro de que todas las mañanas de las pasadas fiestas los animados a medirse con los morlacos en la vieja Iruña se sometían previa y voluntariamente al test, y que los que no alcanzaban la puntuación adecuada, bien por derrengamiento, cojera o sobrepeso circunstancial, o merluza macroscópica, factores de los que no habían sido conscientes hasta realizar la sencilla prueba, abandonaban al punto el peligroso intento. Y es que cada día nos es dado comprobar con alborozo que, como en la edad de oro de la zarzuela, las ciencias adelantan que es una barbaridad.

Donde más resplandece la admiración por Cortázar es en la advertencia que acompaña en la web a tan científico y productivo cuestionario: “El resultado final del índice ofrecido por el Encierrómetro sólo es válido en el caso de que tu intención sea participar en el encierro iniciando tu carrera antes del paso de los toros, dejando que te vayan alcanzando porque tienes la intención de correr cerca y por delante de ellos, y una vez alcanzado, corriendo durante unos metros (los que puedas, en función de la velocidad del toro y la tuya) delante de alguno de ellos a una distancia no superior a 8-10 metros”. No me extraña que uno de los “divinos” de la carrera, esos que llevan muchos años corriendo, se atreviera a insinuar en la prensa, con toda caridad y discreción, que, hombre, la ocurrencia del programita puede ser útil para “algunos extranjeros”que, ya se sabe, piensan que lo normal es subir una escalera hacia atrás o de costado, o que el encierro se corre detrás de los toros o a tres kilómetros de ellos.

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