02 enero 2009

Algunas cosas con las que disfruté en 2008 (I)

Espero que los pocos lectores de este blog discontinuo disculpen el siguiente ejercicio de narcisismo. Es de esos que si no se hacen en un blog, ¿dónde hacerlos? Me apetece citar aquí algunos libros, películas y momentos que me hicieron disfrutar en el año ya terminado. Es una relación desordenada, arbitraria y muy parcial. Faltan muchos otros libros trajinados en el año (más de uno mejor que los convocados ahora caprichosamente por la memoria), otros momentos y algunas películas (pocas, que en el cine estoy flojeando). Y aunque todo lo que cito remite a una experiencia personal de 2008, esto no tiene nada que ver con las listas al uso. De hecho, traigo a colación temas o libros de bastantes años atrás. No importa, ¿no?

El alba la tarde o la noche. A Yasmina Reza se le permitió vivir pegada al entonces candidato Nicolas Sarkozy durante unos meses, en una clase de proximidad privilegiada. Así pudo oír muchas cosas, escrutar gestos y miradas, tomar muchas notas que luego “editó” severamente. El resultado es un libro que, en su fragmentación, en su impresionismo, nos dice más sobre la política de hoy, la ambición y el poder que muchos tratados sistemáticos de ciencia política.

Juan Diego Flórez. Gracias al señor Vidal pude escucharlo en el Baluarte, en una tarde que discurrió perfecta. Una voz de potencia y belleza sobresalientes, puesta al servicio de arias y canciones que no me cansan nunca. El crítico más listo de la ciudad, siempre dos palmos por encima de los lugareños, nos recordó, y nada menos que en el título de su comentario, un dato estremecedor: ¡¡Flórez es peruano!!

Pedro Salaberri y Manuel Hidalgo. El libro que el Gobierno de Navarra publicó sobre la trayectoria de Pedro Salaberri es de finales de 2007. Pero este año he leído dos veces (más) el texto que lo abre, y que Manuel Hidalgo urdió después de varias conversaciones con el pintor. Muy sustancioso pero sin ápice de grasa, muy medido, el resumen de Hidalgo es una presentación fenomenal, amistosa pero sobria, de un hombre por tantos conceptos admirable.

La práctica del relato. Este libro de Angel Zapata enseña mucho y bien de cómo escribir literatura, de los engranajes, tuercas, tornillos y cables que hace falta no descuidar al enfrentarse a la escritura literaria. Ameno y directo como una buena charla entre amigos, engañosamente ligero, no me extraña que sea libro de cabecera de muchos talleres del ramo.

Kingston town. Cada vez que escucho esta célebre cancioncilla jamaicana en la versión de Harry Belafonte (ojo, tiene que ser Harry Belafonte, que muchas otras versiones trivializan el tema) me siento mejor. Es preciosa, pero además el intérprete le otorga una rara dulzura, una delicadeza que deja el ánimo risueño.

Una novela rusa. Enmanuelle Carrere contó en El adversario la historia de Jean Pierre Romand, el hombre enredado en tantas mentiras que no halló otro modo de huir de ellas que matando. Aquí, en este “relato real”, Carrere se coloca en el centro del escenario, y no muestra precisamente su perfil más favorecedor: ególatra, inmaduro, tornadizo en sus humores. De paso convoca a su novia, con la que vive una pasión de excesiva intensidad, muy rusa. Y, al fondo, pelea con torturantes sombras familiares: su madre, la eminente historiadora Helene Carrere D’Encause, y su abuelo, un georgiano orgulloso, fracasado y pobre que fue liquidado en 1945 por haber colaborado con los nazis. Todo ello tiene un contrapunto formidable, lo mejor del libro, en el retrato de ciertas personas (¿o personajes?) en una ciudad de provincias de la Rusia actual, una Rusia desolada, absurda y patética, excesiva también, en la que nunca se sabe quién dice la verdad.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Lo que me gusta de tu blog es que siempre me descubre cosas: me descubre puntos de vista, me descubre opiniones, claro está, libros también. Hoy me ha descubierto las ganas de leer y acudir nuevamente a la biblioteca del barrio. Me descubre un mundo cultural mas allá del que me suelo rozar y me gusta que me pongas en contacto con ese mundo. Mª Asun

Anónimo dijo...

!Caramba¡ que podria decir aparte de estar agradecido y mandar un abrazo. Hasta pronto.
El peri

Javier Díaz dijo...

Disfruté en 2008 asomándome a tu blog y espero que en 2009 se multipliquen las ocasiones de hacerlo.
Entre los gozos que reseñas no hay una peli, y, la verdad, no me extraña... O no merecen el recuerdo o es cosa de la edad.

Anónimo dijo...

¿por qué no nos haces una recomendación de las mejores memorias que has leído? a poder ser, escritas en español. gracias.